El corazón de la Ciudad de México, en donde se localiza el conjunto monumental más importante y extenso de América Latina, fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1987. A partir del 14 de agosto de 2001 este espacio cobró nueva vida. En esa fecha, gracias a la propuesta y participación decidida de la sociedad civil, con el apoyo del gobierno federal y del gobierno local, se instaló el Consejo Consultivo para el Rescate del Centro Histórico de la Ciudad de México. El ingeniero Carlos Slim Helú fue designado presidente del Consejo y el maestro José E. Iturriaga (†) presidente honorario vitalicio.
Por primera vez, un proyecto de trabajo contempló no sólo la recuperación de edificios y espacios urbanos para contrarrestar el efecto de las décadas de abandono y degradación, sino también lo más importante: el factor humano. Las necesidades, deseos y el mejoramiento de las condiciones de sus habitantes, usuarios y visitantes, dieron un sentido más amplio al concepto de revitalización.
Se pusieron en marcha programas de restauración de inmuebles, renovación y dotación de servicios públicos. Asimismo, se modernizó la infraestructura de suministro de energía eléctrica y telefonía, se rehabilitaron vialidades y el sistema de alumbrado público. En materia visual se depuraron anuncios y marquesinas.
La seguridad y la vigilancia también tuvieron un lugar central, creándose programas específicos sobre el tema. Se trabajó además en reconversión y diversificación de uso inmobiliario, estímulo al repoblamiento y ocupación habitacional.
La iniciativa privada invirtió una cantidad significativa de recursos para sentar las bases de la recuperación económica de la zona, que se manifestó en la generación de varios miles de nuevos empleos, condición indispensable para un nuevo desarrollo social y comunitario.
Varias fueron las acciones e instrumentos diseñados para estimular el proceso de revitalización, como paquetes de incentivos fiscales, una sociedad inmobiliaria, y publicaciones para dar a conocer la riqueza cultural y divulgar los avances.
La Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México A. C. (FCHCDM), surge como complemento indispensable para respaldar el renacimiento económico y social. Su labor ha alcanzado logros significativos gracias al trabajo constante con la comunidad y a la vinculación interinstitucional. El establecimiento de alianzas estratégicas y de programas de colaboración con instituciones públicas y privadas como la Fundación Carlos Slim, la Fundación Telmex, la UNAM y la Universidad del Claustro de Sor Juana, entre otras, ha sido fundamental.
Hoy en día, la Fundación del Centro Histórico sigue contribuyendo a la resolución de problemáticas específicas del medio social en el que realiza sus labores. Esto es posible al identificar acciones que permiten mantener el proceso de cambio y crecimiento que inició con el actual milenio.
En el 2013, la Fundación del Centro Histórico trasladó su experiencia y modelo de intervención comunitaria a la Pensil, en la Delegación Miguel Hidalgo, con la finalidad de atender las principales problemáticas:
Exclusión social, distintos tipos de violencias, desempleo, problemáticas de seguridad urbana, entre otras.
A través de programas que vinculan a sus habitantes, fortalecemos el tejido social para mejorar su calidad de vida.
Para lograrlo brindamos:
Esta labor posible gracias a la alianza con instituciones públicas y privadas.
El Eje de Intervención Empleabilidiad favorece las oportunidades de crecimiento laboral de acuerdo a las habilidades y aptitudes de cada persona.
Fortalecemos el desarrollo laboral y autónomo de la comunidad en la zona Pensil a través de un equipo profesional especializado en el tema.
Participamos en la dinamización de la economía social del territorio y eventual conformación de circuitos de economía social.
Principales líneas de trabajo:
El Eje de Intervención Salud trabaja para fortalecer habilidades y capacidades de las personas y comunidades desde un enfoque preventivo y de promoción de la salud para favorecer su autocuidado y la adopción de estilos de vida más saludables.
Principales líneas de trabajo:
A través del eje de intervención Educación /Formación acompañamos y facilitamos procesos educativos para que las personas fortalezcan y compartan conocimientos, saberes, habilidades y valores que contribuyan a mejorar la convivencia comunitaria en la Pensil.
Principales líneas de trabajo:
El eje de intervención Vida Comunitaria trabaja con el objetivo de fortalecer la estructura de los vínculos comunitarios a través de la generación y/o animación de lazos sociales; así mismo, contribuye a mejorar la confianza entre los miembros, fomenta valores compartidos que mejoran la sociabilidad y contribuye incrementar del sentido de pertenencia a la comunidad.
Desde febrero de 2018, a través de este eje de intervención, impulsamos Radio Bocina Pensil, un dispositivo de comunicación barrial que busca documentar historias del barrio y dar voz a sus habitantes.
Principales líneas de trabajo: