06 Oct 10 años de Casa Vecina
Su compromiso siempre ha sido con la producción y difusión de arte y cultura; con la producción de obras y pensamiento y, sobre todo, con las comunidades y el contexto citadino circundante.
Casa Vecina, inaugurada el 6 de octubre de 2005, fue trazada como uno de los programas más importantes llevados a cabo por la Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México A.C., en el marco de las rehabilitaciones y reestructuraciones de esta zona urbana. A diez años de su surgimiento, celebrará con una serie de actividades artísticas, donde su público fundamental, los vecinos, tendrán una participación
A lo largo de estos 10 años de existencia, Casa Vecina ha podido experimentar facetas muy diversas dentro del ámbito cultural contemporáneo; una multitud de programas, proyectos y personas han convivido, compartido y colaborado, moldeando a Casa de acuerdo a las necesidades y urgencias de reflexión y creación del momento. Independientemente de las disciplinas, enfoques e ideas, su compromiso siempre ha sido con la producción y difusión de arte y cultura; con la producción de obras y pensamiento y, sobre todo, con las comunidades y el contexto citadino circundante.
En este marco de experiencias y convivencias, Casa Vecina celebra su primera década, buscando reforzar el vínculo que está implícito en su nombre: su público fundamental son los vecinos que viven o trabajan en la zona. En colaboración con ellos se ha llevado a cabo la obra “Tejiendo a tres hilos. Cambio, disolución y permanencia”, iniciativa del colectivo nuRui (Katnira Bello y Ernesto Illescas), el cual está realizando una instalación sonora y fotográfica, generada a partir del material de las conversaciones con los vecinos sobre los cambios, recuerdos y proyecciones vinculados a la Calle Regina-Misioneros.
Una de las primeras inauguraciones de Casa Vecina fue celebrada con la obra “Ciudad Respira” de la artista plástica Andrea Camarelli; intervención en todas las ventanas del edificio, cuyas cortinas se movían rítmicamente asemejándose a los ritmos vitales de respiración. Fue el nacimiento real y metafórico de la Casa, cuyo interior en aquel entonces todavía no contaba con instalaciones necesarias para el funcionamiento adecuado. 10 años después, repetirá el acto inaugural de respiración de la casa, que ahora ya es “Ciudad respira 4”.
Las transformaciones de Casa Vecina corrían a la par con las modificaciones del entorno. Las calles Regina y el 1er Callejón de Mesones, que se volvieron peatonales, comenzaron a adquirir un aspecto distinto, con pequeños restaurantes, galerías, espacios culturales, configurándose como un punto de encuentro importante para los estudiantes (Universidad del Claustro de Sor Juana está a una cuadra de Regina), artistas, escritores, gestores y otro tipo de intelectuales. En la casa y en la calle no solamente se respiraba la creatividad; mejoraron notablemente las condiciones de seguridad y las posibilidades de rentar o adquirir una vivienda en la zona eran más viables.
La celebración también incluye una renovación del “Jardín Radial”, diseñado hace ya 6 años por parte del artista Jerónimo Hagerman. Las plantas del jardín se han convertido no solamente en el referente de Casa Vecina, sino de todo su alrededor, puesto que una parte importante ha sido adoptada por los vecinos, quienes usan los bambús para embellecer la entrada a sus negocios, marcar los límites territoriales o darle un toque verde a sus bares.
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