La señora Lucina tiene un puesto de joyería frente a la primaria Luis Castillo Ledón ubicada entre las calles de Lago Ginebra y Lago Zurich dentro de la zona conocida como Las Pensiles, ella es una líder comunitaria de la zona que ayuda especialmente a los niños y a sus madres.  

Ella piensa, que hay muchos valores que se están perdiendo hoy en día, los niños ya no le dan importancia a las tradiciones familiares. Para ella eso es un problema y cree que hay que hacer algo al respecto, por eso desde hace ya algún tiempo se sienta con los niños y les cuenta historias, también les explica ciertas cosas que considera serán de importancia para la imaginación, crecimiento y desarrollo de los menores.

La señora Lucina también mencionó que es muy importante la educación de los niños. Esta se hace en la familia y en la escuela. Las familias tienen que funcionar y permitir que los niños se desarrollen en entornos libres de violencia y aprendan valores que les servirán para toda su vida, nos platica. Y aunque, muchos valores se pueden aprender en la casa, también es importante la escuela. “No es bueno que los chicos abandonen los estudios, ya que son estos, lo que les permiten que salgan adelante”.

La educación y la pérdida de valores sumado a los graves problemas de inseguridad que vivimos en el país, ha provocado que los niños al crecer caigan en adicciones o en la delincuencia, “actualmente es muy común saber de jovencitos que pierden la vida, eso antes no pasaba”. Los padres ya no pasan tiempos con sus hijos como antes, los dejan solos con el celular y eso ha provocado deficiencias en la educación en los niños, nos cuenta preocupada Doña Lucina.

Cuando era niña su abuelita le preparaba de comer a los niños y también les armaba “aguinaldos” en las fiestas decembrinas, el 14 de febrero, el día de las madres y para el día del niño, esos recuerdos han inspirado su trabajo con la comunidad, los recuerdos de su madre y su abuela son su principal inspiración.

La señora Lucina se dedica a ayudar a su comunidad, para el día del niño y el de las madres hace un festejo para las personas de la Pensil, en este evento les prepara de comer ricos guisados que degustarán en una comida, que a su vez sirve también de punto de encuentro; comunitario, familiar y generacional.

Para el día del niño, no solo prepara los guisados, si no que también les regala pulseras hechas por ella misma, así como aguinaldos y algunos juguetes. En la comunidad la recuerdan justamente por esto, y por cómo ayuda a transmitir valores a los niños.

Es importante que personajes tan importantes para la comunidad como el caso de la señora Lucina sean visibilizados, son historias valiosas que valen la pena ser contadas, transmitidas y replicadas en otros barrios del mundo. Doña Lucina es de alguna manera, una gran abuela para los niños de la zona.