22 Nov El Pensil Mexicano, un jardín que brinda identidad a sus habitantes
En el siglo XVII, la gente más adinerada de la capital novohispana comenzaba a transformar el aspecto medieval de sus casas por un estilo renacentista.
Con la llegada del siglo XVIII, arribó desde la Nueva España la moda de construir casas de campo a las afueras de la ciudad para veraneo o descanso. Se les dotaba de grandes jardines, en los cuales, los dueños recibían y convivían con sus invitados como se hacía en Europa.
Por los rumbos del antiguo Tlacopan, hoy Tacuba, se construyeron varias casonas cuyas características principales eran sus amplios patios y corredores, delimitados por grandes piezas de un sólo nivel.
Además, contaban con un espacio a manera de glorieta decorado con fuentes, bancas de piedra y estatuas. Rodeando la propiedad, se colocaban pequeñas bardas de ladrillo, según las descripciones de Don Manuel Romero de Terreros.
Una de dichas casonas fue el llamado Pensil Mexicano. En castellano antiguo, la palabra “pensil” significa jardín. Dicha residencia veraniega fue construida en el siglo XVIII en el barrio de la Magdalena del pueblo de Tacuba, muy cerca de Río San Joaquín.
Tenía extensos jardines, así como con su propia capilla. Su dueño original fue Don Manuel Marco de Ibarra, bachiller de filosofía y cánones de la Real y Pontificia Universidad de la Ciudad de México.
En el verano de 1786, el virrey Don Bernardo de Gálvez pasó algunos días en ella. Tiempo después, uno de sus visitantes distinguidos, Doña Ángela Peralta, apodada el “Ruiseñor Mexicano”, estrenó el famoso vals “Las Flores del Pensil”.
En 1932, el Pensil Mexicano fue declarado como monumento histórico, por ser el único ejemplar que se conserva de las antiguas huertas de recreo, situadas a las afueras de la ciudad. Para 1946 se encontraba ya en ruinas, pero conservaba aún sus hermosas fuentes y bancas de piedra decoradas por grandes relieves de conchas marinas y ornamentos vegetales.
Conforme la zona se fue urbanizando, el Pensil Mexicano le dio nombre a la colonia en la que hoy se encuentra. Actualmente, sólo conserva tres mil metros cuadrados de su extensa superficie original.
Fundación del Centro Histórico
A partir de la experiencia consolidada en el Centro Histórico, se empezaron a transferir capacidades y competencias, acciones y actividades (en las áreas social, educativa y cultural), en la zona de colonias conocida como la Pensil de la Delegación Miguel Hidalgo.
Actualmente, las áreas en las que se trabaja son la prevención social de las violencias, el desempleo, la salud, la cultura y la educación de los ciudadanos, en una lógica siempre más fuerte de involucramiento de la comunidad local, alma del cambio social del territorio.
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