Impacto a la salud en el ámbito familiar

Víktor Frankl aborda el sentido de vida, menciona a Dostoievski, quien dice: “el hombre puede acostumbrarse a lo que sea, pero no hay que preguntar cómo lo hace”.

Frankl sobrevivió a los campos de concentración y a partir de esa experiencia se preguntó ¿cómo nos adaptamos a las condiciones de vida que se nos presentan?, ¿cómo viviremos los efectos de nuestras decisiones?, ¿por qué estamos aquí?; es decir, ¿cuál es el sentido de nuestra vida?

Con esto, podemos reflexionar también sobre la familia, que es nuestro primer contacto con la sociedad, con ella aprendemos las bases para conformar nuestro sistema de creencias, valores, etc. Es por ello que la familia es una pieza clave para la salud, tanto individual como comunitaria.

Pongamos como ejemplo plantar una flor: podemos plantar varias semillas y procurar que la tierra en donde las colocamos esté en las mejores condiciones para recibirla para que no le cueste trabajo brotar, hay que regarla y mantener húmeda la tierra para que reciba los nutrientes necesarios para vivir y crecer, ponerla en un lugar donde reciba sol, etc. Entonces tendremos flores muy sanas y bellas en nuestro jardín. Pero si dejamos a nuestras semillas lejos del sol, sin suficiente agua, crecerá chueca buscando la luz, y débil por falta de nutrientes, incluso pueden no brotar flores y puede hasta secarse, no sin antes luchar con los pocos recursos que tenga para sobrevivir.

Al igual que en el ejemplo, las familias proporcionan a sus integrantes, los recursos que necesitan para crecer y florecer, mismos que podemos obtener de otras redes de apoyo, tal vez un maestro o amigo que ayudó a regar nuestra plantita en algún momento y esto nos impulsa. Al regarnos nos muestran la empatía, libertad, respeto, apoyo, etc, y nos enseñan a reflexionar o tomar decisiones para nuestro bienestar sin perjudicar a nadie, crecemos como flores capaces de tomar lo necesario para vivir mejor y también para convivir con otros, compartir recursos y esto contribuye a que estemos sanos nosotros junto con nuestro entorno.

De este modo, podemos preguntarnos como Frankl cuál es el sentido de nuestra vida, ¿qué podemos transmitir a nuestros hijos, hermanos, etc.?, ¿cómo podemos regar las plantitas que son nuestros alumnos, vecinos, etc.?,¿qué es lo que deseamos cultivar?, ¿cómo me beneficia esto a mí y a mi familia?

Como decía Víktor Frankl: “Si tenemos un por qué, siempre encontraremos un cómo”