12 Ene PERSPECTIVAS. 13 ESCULTURAS CONTEMPORÁNEAS
La serie de esculturas que conforman la presente selección, incluye obras que se inscriben dentro de estilos artísticos que van de las representaciones surrealistas de Leonora Carrington, hasta la geometrización de Vicente Rojo.
Las múltiples posibilidades que ofrece la escultura como propuesta plástica, permite crear obras tridimensionales que ofrecen una experiencia estética singular para abordar el objeto representado.
Esta serie de esculturas en bronce, realizadas con la técnica de la cera perdida, nos permiten no sólo admirar la multiplicidad de propuestas plásticas de cada uno de los autores incluidos en esta muestra, sino que, nos presentan una amplia gama de posibilidades que ofrece el material como medio de expresión.
Las esculturas de Sergio Hernández pertenecen a un mundo onírico en el que los seres humanos adquieren atributos fantásticos y conviven en ellos de manera natural. El Niño insecto o la Niña cangrejo manifiestan cualidades plásticas que los emparentan con las representaciones de carácter infantil por la espontaneidad con la que el artista construye sus obras y les otorga atributos zoomorfos.
Sergio Hernández dota a sus esculturas de una significativa candidez asociada a las representaciones infantiles que hacen más accesibles sus obras a quienes las contemplan. Aproximarnos a las esculturas de este artista oaxaqueño nos ofrece la posibilidad de ingresar en su mundo particular, en gran medida imaginativo, y nos invita a ser partícipes del universo lúdico donde habitan sus esculturas.
La obra de Alejandro Velasco ofrece un tránsito entre el mundo real y las múltiples posibilidades de la fantasía, donde los objetos, personas y animales, adquieren características singulares que sólo pueden proceder de la imaginación. La figura de Hera, ahora convertida en un personaje zoomorfo, toma un paseo sobre una singular bicicleta que carece de pedales para activar su movimiento; acción que se tal vez se logre con el impulso de sus alas. Cerca de Hera, un ave fénix postra su cuerpo-canoa y espera ser abordada por personajes fantásticos que deberán emerger de la imaginación de los espectadores para emprender un viaje etéreo a lugares desconocidos.
Vicente Rojo presenta tres obras de su serie Alfabeto primitivo, donde sus esculturas (una suerte de símbolos primitivos), constituidas a partir de las formas geométricas básicas de las que están compuestos todos los objetos que nos rodean: el cuadrado, el triángulo, el rectángulo y el círculo. Estas obras escultóricas resultan familiares a través de su composición, en apariencia simple, pero que encierran su propia armonía entendidas desde la disposición de los cuerpos geométricos de los que están constituidas.
Por otra parte, las obras de Alfabeto primitivo, nos remiten a la noción del tiempo, a partir de la forma que adquieren las esculturas, a manera de relojes arcaicos. De esta manera, Vicente Rojo tiende un vínculo tangible entre dos tiempos: el pasado y el presente, estableciendo en el concepto abstracto del tiempo una relación directa entre lo primitivo y lo contemporáneo.
Alberto Castro Leñero presenta una serie de obras que exponen referencias a la materia orgánica, fragmentos extraídos del universo vegetal, animal o mineral; cualidad que permite interpretar cada una de sus esculturas desde diferentes ángulos. Desde la perspectiva de las artes plásticas, el aspecto biológico de sus obras, realizadas en bronce, adquiere una mayor plasticidad y ofrece múltiples posibilidades visuales para poder abordarlas desde su aspecto físico reinterpretando el material, la textura y las formas que muestra la obra final.
El lenguaje surrealista de Leonora Carrington queda de manifiesto en sus personajes surrealistas extraídos directamente del ensueño. The Palmist, parece un personaje nocturno, oscuro, por su rostro de ave semejante al de una lechuza, pero en realidad resulta ser una figura que alude a la buena fortuna, evidenciada por el gesto de protección que expresan sus manos. El Camaleón guarda una sutil semejanza con los característicos alebrijes mexicanos; en su obra, Carrington presenta al reptil en actitud de emprender el vuelo con las alas que se extienden a sus costados; debajo de ellas, la artista ha colocado el símbolo del infinito, con el que la escultura nos advierte que algunas cosas (o seres) no tienen límite.
Esta muestra reúne a un grupo de artistas plásticos que presentan sus propuestas escultóricas, en donde conviven objetos y personajes surgidos del ánimo de sus creadores y nos invitan a entrar en un ámbito que despierta nuestra imaginación.
El Atrio del templo de San Francisco resulta un entorno idóneo para transitar entre animales, seres fantásticos y símbolos que conviven en un ambiente que combina características singulares: vestigios de construcciones y modernos edificios, todo ello enmarcado por la vegetación que se renueva constantemente entre un ir y venir de personas que transitan por este singular espacio.
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