La conmemoración del Día de muertos y la vida comunitaria de la Pensil es una fecha para compartir y regalar sonrisas, es por esto que conversamos con una familia que vive en la zona, ellos realizan un evento para la comunidad con la finalidad de compartir.

La familia Reséndiz, llegó a la Pensil en el año de 1998, el Sr. Francisco Javier, la Sra. Rosa y el Sr. Rafael Reséndiz son hermanos y comparten; que ellos desde que habitan la zona, se les ha hecho “una colonia con mucha tranquilidad y paz, una colonia que les ha dado mucho.” Anteriormente ellos vivían en la colonia Tacuba puesto que ellos llegaron a la Ciudad de México provenientes de Apatzingán Michoacán.

“una colonia con mucha tranquilidad y paz”

Desde hace muchos años, su familia en Michoacán se ha dedicado al comercio, compra – venta de ropa, el cual ha sido un negocio heredado por parte de sus padres los cuales realizaban la misma actividad comercial en Apatzingán. Ahora son ellos quienes venden afuera de las inmediaciones del mercado 18 de marzo, mejor conocido como “La curva”, sobre la calle de Lago Erne casi esquina con Lago Naur. 

Irma Reséndiz quien se ha unido a la familia, a cuyos miembros conoció cuando padeció una enfermedad y que ellos la apoyaron, anexa que ella ha vivido en la zona desde hace 40 años y menciona de manera textual “¡amo vivir en la Pensil!” por los momentos felices que he vivido aquí, por su gente, por los puestos de comida y ropa, que es a lo que más se dedican las personas que habitan en la Pensil.

Sobre la conmemoración de Día de muertos en la zona de la Pensil, los Reséndiz cuentan que la realizan año tras año y que quien empezó la tradición fue el esposo de la Sra. Rosa Reséndiz,  quien le daba dulces a los niños como agradecimiento por la venta del año, él murió hace 5 años, justo unos días antes de realizar su evento para la comunidad;  comentan los Reséndiz que su familiar quería que se siguiera realizando el evento a pesar de su deceso, y así es como se sigue llevando a cabo desde hace alrededor de 20 años.

Las motivaciones por las cuales realizan el evento, es para conmemorar el Día de muertos, agradecer año tras a año por el cierre de año, por contar con salud y por la vida, anticipándose un poco a este tipo de acciones que regularmente los propietarios de comercios tienen con sus clientes. De igual forma, comentan que es una forma de convivencia vecinal y de regalarles una sonrisa a los niños, por medio de darles un juguete.

Aunque el público objetivo son los niños, comentan que la invitación es para todos, ya que además de regalar juguetes, hay pastel y show musical con imitadores de artistas.

Inicialmente solo colaboraban miembros de la familia, con el tiempo se han sumado otras personas a quienes hacen llamar “ahijados”, ellos también aportan para la compra de los juguetes, elaboración de comida e incluso el pago de los imitadores.

Su objetivo año tras año, es que se sumen más personas al evento y compartir con la comunidad sonrisas y buenos momentos.

Desde el eje de Vida comunitaria del programa social de la Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México, trabajamos con el objetivo de fortalecer los vínculos comunitarios para mejorar la confianza, los valores de convivencia y pertenencia a la comunidad.

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