16 Ago El descubrimiento del Gran Tzompantli de México ayuda a reescribir la historia de México-Tenochitlan
Dos años atrás en la calle de Guatemala, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, se encontró a dos metros de profundidad una plataforma rectangular con una longitud estimada en más de 34 metros, en la que había, en su núcleo, un elemento circular elaborado de cráneos humanos unidos con argamasa de cal, arena y gravilla de tezontle. Este descubrimiento se fue identificado como el gran Tzompantli de México-Tenochitlan,
Actualmente arqueólogos y antropólogos integrantes del Programa de Arqueología Urbana trabajan meticulosamente para reescribir la historia en lo que se ha identificado como ese altar sanguinolento dedicado al Dios Huitzilopochtli.
Gracias a las excavaciones se han identificar momentos constructivos de la torre donde se empalaron cráneos unidos por argamasa compuesta de cal, arena y gravilla de tezontle.
Al término de los trabajos de investigación y análisis se espera que el Gran Tzompantli se exhiba al público, sin embargo, serán las autoridades quienes decidan si se expone o no, ya que al tratarse de restos humanos que pueden llegar a ser susceptibles para la gente.
Se cree que sólo se ha descubierto un 20 por ciento de lo que fue el recinto sagrado de la Gran Tenochtitlán, y que se encuentra enterrado debajo en el del primer cuadro de la Ciudad de México.
Este hallazgo, resultado de los trabajos de investigación del Programa de Arqueología Urbana, se corrobora lo señalado en los códices, como el de Diego Durán, que indicaba la existencia de tzompantlis a los que se describía como basamentos bajos, alargados, en cuya parte superior había postes de madera con los cráneos insertados.
Sorry, the comment form is closed at this time.