“Constelación” escultura de Alberto Castro Leñero

El Atrio de San Francisco también es arte. Y a través de la Fundación del Centro Histórico se presentó a los miles de visitantes que circulan diariamente por el número 7 de la calle Madero, “Constelación”, obra escultórica de Alberto Castro Leñero, quien a través del bronce y el hierro, ofreció al espectador la sensación de la danza que llevan a cabo las estrellas en el firmamento.

La muestra conformada por trece piezas, fue organizada de tal forma que los asistentes pudieran deambular entre cada una de las obras y experimentar una especie de danza similar a la que llevan a cabo las estrellas en el cielo. Y con la libertad que da este emblemático sitio, cada quien podía formar su propio camino. O como lo define el autor “acaso un laberinto pero también una exploración, un paseo entre bronces y hierros”.

Alberto Castro Leñero, originario de la Ciudad de México, con tres décadas de trayectoria en el mundo de la pintura, el arte visual y la gráfica, se une a los artistas que han engalanado con sus obras este importante recinto del Centro Histórico. De la mano de sus esculturas, se suma a la lista de expositores que se han apoderado del Atrio hasta el momento, como Salvador Dalí, Rodin, Leonora Carrington, y sus compatriotas Vicente Rojo, Juan Soriano, José Luis Cuevas, Federico Silva e Yvonne Domenge, entre otros.

Para cada pieza, Castro primero dibujada la idea, realiza la maqueta en madera y una vez conceptualizada las lleva a la fundidora para la etapa final. Con sus obras busca, de alguna forma, integrarse a la arquitectura para crear un diálogo con su entorno. Una búsqueda de la forma, de la esencia, de lo orgánico, donde la forma es elemento que unifica y al mismo tiempo delimita. Dando como resultado, una exposición que de distribuye como una familia, que interactúa según sus posiciones, flujos energéticos, equilibrios y desequilibrios.

Para el finado escritor Juan García Ponce, la obra de Alberto Castro Leñero “muestra y demuestra no sólo su alta calidad como artista, sino el auténtico carácter del arte en el que la forma siempre actúa a través de los sentidos”.

Mientras que para el también escritor David Huerta, la exposición “es una suma en movimiento con el poder de transfigurar a quienes se acercan a ella”. Es así como una vez más, el Atrio de San Francisco, uno de los primeros espacios recuperados del primer cuadro de la ciudad, lleva a sus paseantes y vecinos de la zona, la posibilidad de admirar el trabajo de importantes artistas nacionales e internacionales en apoyo a las tradiciones populares. Además de seguir siendo una visita obligada para quien busca disfrutar de las calles y accesos peatonales que le dan vida al corazón de la Ciudad de México, en un ambiente amable y propicio para la interacción social, uno de los objetivos principales de la Fundación del Centro Histórico.