Historia y datos curiosos de CDMX: La calzada de Tacuba (Parte 1)

Historia y datos curiosos de CDMX: La calzada de Tacuba (Parte 1)

Originalmente llamada Tlacopan, que quiere decir “Lugar de Jarillas”  debido a la abundancia de esta flor en la zona, la calzada de Tacuba se ha convertido en una de las arterias más importantes de la ciudad, así como un barrio mágico lleno de elementos que lo vuelven un extenso punto cultural practicamente obligatorio de conocer y descubrir para lugareños y turistas.

Pero comencemos por el principio, la calzada de Tacuba es reconocida como la más antigua de América, ya que existen registros históricos donde se puede apreciar su funcionamiento desde épocas previas a la colonización española, siendo uno de los 4 principales puntos de acceso de la isla de Tenochtitlan con la periferia de la ciudad. Pero lo más importante es que a pesar de desaparecer el lago, y haber cambiado prácticamente toda la ciudad, esta calzada se mantiene exactamente igual, es decir, conserva el mismo trayecto que hace cientos de años.

Café de Tacuba

Dejando lo anterior esclarecido, partimos desde la referencia con mejor sazón y es que hablamos del Café de Tacuba, esta casona que data de 1900 en sus primeros años de vida fungía como lechería hasta que en 1912 gracias a Dionisio Mollinedo,  fue transformada en un restaurante, manteniendo el mismo giro hasta hoy en día.

En su interior cuenta con diversas pinturas clásicas de arte novohispano, como “La niña en traje rojo” de José de la Borda, así como otros oleos de Carlos González. Sin olvidar los coloridos mosaicos y vitrales que en conjunto embellecen el recinto y testifican su pasado y riqueza cultural.

Al contar con tal popularidad, el Café de Tacuba tuvo a distintas figuras públicas como clientes asiduos, como fue el caso del presidente Porfirio Díaz o el compositor y cantante Agustín Lara, cliente fanático del café y sazón del lugar, quien en agradecimiento y cariño le compuso la canción “Señora tentación” a Josefina García, dueña del lugar y esposa de Dionisio Mollinedo. Pero esa no fue la única canción, ya que el maestro y autor Alfonso Esparza Oteo, no quiso quedarse atrás de Lara y le compuso “Ojos españoles”.

Otra personalidad que forma parte de la historia de este restaurante es Diego Rivera, quien contrajo matrimonio con la novelista Guadalupe Marín, teniendo la recepción y banquete en dicho lugar.

Palacio de Minería

Llegamos al Palacio de Minería, Obra arquitectónica construida de 1797 a 1813, por el escultor y arquitecto valenciano Manuel Tolsá perteneciente al neoclasicismo. Este recinto especializado en la educación pertenece actualmente a la Facultad de Ingeniería de la UNAM, donde además de albergar la Biblioteca Antonio Alzate que cuenta con un gran acervo de más de 300 mil volúmenes, también aloja el museo Manuel Tolsá que tiene en su interior al rededor de 150 piezas originales del escultor y es Sede de los conciertos y actividades educativas de la Orquesta Sinfónica de Minería.

Anualmente, desde 1980, recibe a cientos de editoriales, escritores y miles de ávidos lectores, en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, ofreciendo diversas actividades culturales como conferencias, presentaciones de libros, foros y talleres.

Palacio de correos

Donde en un principio existió el hospital de terceros de la orden de San Francisco por el año de 1756 y tras un siglo de pasar de un rubro a otro a manos del gobierno, finalmente en 1902 se comenzó la construcción de lo que hoy se conoce como el Palacio Postal, teniendo al arquitecto italiano Adamo Boari y al ingeniero mexicano Gonzalo Garita como principales artífices de emblemática construcción.

Una de las características que más sobresale del recinto es su fastuosa y espléndida herrería de bronce, la cual fue elaborada por el taller italiano Fondería Pignone ubicado en Florencia, Italia. El prestigioso taller se encargó del herraje de los pórticos, ventanales, gárgolas y faroles, sin mencionar el excelso trabajo de la escalera principal, la cual combina el herraje con mármol blanco mexicano de la más alta calidad.

Finalmente, en 1996 este recinto fue sometido a un detallado proceso de restauración arquitectónico, donde tras 6 años de trabajo se lograron rescatar y optimizar los 12 mil 500 metros cuadrados que abarcan dentro y fuera del edificio. Además de tener oficinas en su interior, el emblemático inmueble cuenta con su biblioteca postal, en donde resguarda documentos históricos, así como la exposición permanente de objetos postales y filatelia que permiten conocer la historia del correo de México.

Iglesia de San Gabriel Arcángel

Esta parroquia y ex convento de San Gabriel Arcángel, fue fundada por los franciscanos en 1573, la cual abarcaba un extenso terreno debido al convento —ya desaparecido— así como su atrio, el cual se transformó en el Jardín Juárez, popular por sus clases y concursos de baile realizados en el Kiosco. En la actualidad parte del Atrio y Jardín desaparecieron por los puestos de Tianguistas, quienes parecen resguardar la iglesia, la que curiosamente dentro de sus nuevos límites conserva una belleza y limpieza sin igual, transformándolo en un pequeño paraíso escondido entre el bullicio de los mercantes.

Desafortunadamente, a pesar de la importancia de esta Iglesia para el pueblo de Tacuba, el paso de los siglos, diversas restauraciones, pérdidas de terreno y hasta la llegada de la línea 7 del metro, provocaron que se perdieran un sin fin de elementos, textos y documentos lo que hace que muchos datos de su historia sean desconocidos, dejando miles de dudas a habitantes, miembros del clero e historiadores.

Estos y muchos más detalles lo único que provocan es sembrar más dudas e historias inconclusas en los visitantes, volviéndolo un punto obligado a visitar si son de los que quieren conocer todos los recovecos de este barrio.

Antiguo Colegio Militar

El Antiguo Colegio militar es una parada obligada dentro del barrio de Tacuba, donde además de admirar su arquitectura de casi 200 años podemos conocer un poco más de su historia militar la cual ha cambiado con el transcurso de los años hasta ser la Universidad del Ejercito y Fuerza Aérea mexicana.

Construido en 1910 por mandato de Porfirio Díaz Ortega, con el fin de ser una nueva Normal de maestros, el recinto tuvo un drástico cambio de planes en 1918 al ser designado como el nuevo Colegio Militar hasta 1976, donde se tuvo que mudar a sus nuevas instalaciones ubicadas en Tlalpan, las cuales eran más modernas y cumplían en espacio y servicios con la demanda de estudiantes.

En la actualidad este recinto se ha convertido en la Universidad del Ejercito y Fuerza Aérea mexicana, además es la sede del Colegio Militar de Ingenieros y Colegio de la Defensa Nacional. Sin olvidar el Museo de caballería, donde se presentan los cambios de este vital regimiento a través de los siglos, denotando su importancia histórica y actual para el ejército y pueblo mexicano.

Lo mejor es que tanto el museo como todo el colegio se encuentran abiertos al público con el fin de dar a conocer parte de la cultura mexicana y promover la enseñanza militar a los jóvenes.

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