Instalación en Atrio de San Francisco: El Lugar de las palabras en común

El lugar de las palabras en común es un espacio abierto –dispuesto para diversos tipos de encuentro– en donde se desea generar un conocimiento colectivo alrededor del nombrar y la imaginación poética. Una gran espiral ubicada en el Atrio de San Francisco sirve como guía de recorridos múltiples: como espacio compartido para el reposo en el tránsito por la ciudad y como lugar de reunión y conversaciones. Esta forma de naturaleza ancestral, que de alguna manera pareciera siempre haber estado aquí, contiene frases y palabras sueltas con la intención de ser usadas y reconfiguradas, si así se desea. Sus diferentes alturas sugieren diversas maneras en que la podemos ocupar: como banca, un asiento que te presenta ante otro, o mesas.

Las palabras que habitan esta espiral provienen de siete frases elegidas por su potencia y actualidad. Se trata de frases provenientes de diferentes momentos recientes y luchas sociales en busca de justicia en nuestro contexto; frases que se crean diariamente desde la resistencia y la acción individual o colectiva. El lugar de las palabras en común propone su fragmentación en busca de nuevas frases a componer y nuevos significados que se conviertan en maneras de pensar juntos, en puntos de partida para la imaginación colectiva. Aquí no existen ideas fijas o predeterminadas; se es parte del flujo en continuo cambio y se reconocen las palabras de los demás en el ejercicio de nombrar y renombrar.

El lugar de las palabras en común es un proyecto en donde confluyen una simultaneidad de acciones, desarrollado de la mano de un grupo interdisciplinario de personas y en diálogo con organizaciones de la sociedad civil, con la intención de reflexionar sobre la realidad de nuestro país. Apuesta por aquello que acontece en la proximidad y el intercambio de ideas, por crear relaciones basadas en la empatía y la solidaridad, siendo una invitación a construir un vocabulario en común que pueda, en el mejor de los casos, hacernos sentir que podemos hacer algo al respecto de aquello que nos violenta. Es un llamado a la acción que deja también espacio para el silencio: una exploración de una intuición colectiva y de un asumirnos como parte de múltiples escenarios, comunidades y colectividades.

A lo largo de cuatro meses se llevarán a cabo distintas activaciones con artistas y organizaciones de la sociedad civil, que han formado parte importante de este proyecto, tales como: Articulo 19, Amnistía Internacional, Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, El Día Después, Equis Justicia para las Mujeres, Fondo Semillas, Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho, Grupo de Información en Reproducción Elegida, Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, Red Todos los Derechos para Todos y Todas y Servicios y Asesoría para La Paz.

El origen de las frases

Acordamos vivir
“Acordamos vivir, y como para nosotras vivir es luchar, pues acordamos luchar cada quien según su modo, su lugar y su tiempo”: discurso de las mujeres zapatistas en la apertura del “Primer Encuentro Internacional, Político. Artístico, Deportivo y Cultural de mujeres que luchan”, 2018.

Hasta que la dignidad se haga costumbre
Estela Hernández fue acusada y encarcelada por un secuestro que nunca cometió. En pie de lucha por nuestra patria, por la vida y por la humanidad. Hasta que la dignidad se haga costumbre: fragmento de su discurso durante la disculpa oficial que, tras once años de lucha, el Gobierno mexicano se vio en la obligación de darle a esta mujer hñáhñú.

Quisieron enterrarnos pero no sabían que éramos semilla.
Frase popular anónima surgida durante las movilizaciones por el caso Ayotzinapa,
probablemente inspirada en el poema “Epitafio para la tumba de Adolfo Báez Bone” cuyo autor es el sacerdote, teólogo, poeta y artista nicaragüense Ernesto Cardenal.

Busquemos hasta encontrarles
Los familiares de desaparecidos en México han colectivizado la búsqueda. “Te buscaré hasta encontrarte” se ha transformado naturalmente a su forma plural, convirtiéndose en la potente consigna de estos grupos, mayormente integrados por madres.

No puede haber justicia si no conocemos la verdad
Frase basada en las declaraciones de uno de los padres de los 43 estudiantes
desaparecidos de Ayotzinapa, exigiendo saber sobre la verdad de los hechos del
emblemático caso, aún sin resolverse.

Aprender a mantener al mundo unido como un tejido
Palabras de un representante y marakame Wixaritari (huichol) en un encuentro en
Wirikuta en 2012, haciendo referencia a la amenaza de la minería sobre territorio
considerado sagrado. Sus mensaje decía: “A los amigos de todo el mundo les pedimos que entiendan que necesitamos seguir caminando para que no se acabe la vida en el planeta. Para que los jóvenes que vienen detrás de nosotros puedan aprender a mantener al mundo unido como un tejido”.

Un mundo en el que quepan muchos mundos
“Callando nos moríamos, sin palabra no existíamos. Luchamos para hablar contra el olvido, contra la muerte, por la memoria y por la vida. Luchamos por el miedo a morir la muerte del olvido… es necesario hacer un mundo nuevo. Un mundo donde quepan muchos mundos, donde quepan todos los mundos.” Palabras del Subcomandante Marcos, vocero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

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