23 Mar Mobiliario urbano rompe el sueño de las poblaciones callejeras
Las poblaciones callejeras viven en las sombras. Se les desconoce y son pocos los Gobiernos que implementan políticas públicas para reintegrarlos a la sociedad de manera productiva.
A pesar del olvido gubernamental, existen algunas autoridades que han tomado medidas extremas para “eliminar el problema de visual”, omitiendo los problemas sociales que orillaron a estas personas a tener que vivir en las calles.
Mejor conocidos como muebles “antimendigos” han sido diseñados específicamente para que las personas en situación de calle no puedan usarlos como un espacio de resguardo durante la noche.
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Desde bancos y sillas sin respaldos, la instalación de picos de cemento o puntas de acero en el suelo para que nadie ocupe un espacio en la vía pública, este mobiliario empieza a popularizarse como una medida para alejar a estos grupos vulnerables.
La falta de voluntad política en distintas ciudad del mundo, han incrementado este tendencia. Madrid, Tokio, Montreal, Londres o Washington son algunas de las grandes urbes del planeta en las que ha proliferado este tipo de mobiliario.
La indignación y participación de la ciudadanía ante estas acciones contra las poblaciones callejeras, lograron que se retiraran las estructuras más agresivas, sin embargo, el diseño de muchos espacios públicos está pensado precisamente en evitar que las personas en situación de calle los tomen por las noches.
La Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México en colaboración con organizaciones civiles que trabajan con las poblaciones callejeras, dieron inicio al primer Observatorio Ciudadano de Poblaciones Callejeras en la Ciudad de México.
Sus principales líneas de trabajo serán: gestionar y generar información, contar con una plataforma de visualización de datos, realizar productos de comunicación, desarrollar acciones de incidencias en políticas públicas y promover la transferencia de tecnologías a otros territorios.
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